Indígnate si quieres, pero no protestes
Estamos en la recta final de lo que mucha gente consideramos un claro golpe al Estado Social y Democrático de Derecho. Percibimos que para los actuales líderes de este país la Democracia les molesta, sobre todo cuando la ciudadanía ejerce los derechos fundamentales de la libertad de expresión y de reunión pacífica, precisamente en defensa de otros derechos fundamentales que el gobierno está aniquilando a una velocidad apabullante.
Derechos a una vivienda digna, al trabajo, a la salud y educación pública, a la huelga, a la justicia gratuita… esos derechos reconocidos en la Constitución Española parecen papel mojado en manos de estos gobernantes. ¿Te indigna? ¿Quieres protestar? Pues toma Leyes Mordaza.
Las formas efectivas de ejercicio de las libertades de manifestación por parte de la gente concienciada con la deriva autoritaria y corrupta de los gobernantes les resulta un escollo. Prefieren que nos quedemos sentados en nuestras casas frente al televisor, y para quienes tienen tendencia a ejercer sus derechos en la calle les quieren infringir miedo a hacerlo, y si con esto no basta, los reprimen a base de multas y de acusaciones de vejaciones a la policía o atentado a las instituciones del Estado, cualquier cosa, aunque sea falsa, por tal de criminalizar la protesta social.
Si, prevalece la interpretación de las fuerzas del orden establecido. Ese orden en el que quienes más tienen más se enriquecen, mientras la mayoría sufre un proceso de empobrecimiento en el acceso a los bienes más básicos y en el ejercicio de sus derechos. Parece que esto no les importa. A no ser que la indignación sea tal que supere la influencia que generan los medios de masas que controlan y que por tanto eso les haga perder votos.
No parece que les preocupe que tanto la ONU como el Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa les hagan saber que sus “Leyes Mordaza” son contrarias a los Derechos Humanos y que por tanto deben retirarlas. No les importa que jueces, fiscales, abogados, organizaciones de derechos humanos junto a todo tipo de movimientos sociales les haga llegar que sus reformas no las toleramos, que no estamos dispuestos a aceptar que vuelvan a regir normas propias de una Dictadura.
¿Acaso están haciendo lo que siempre quisieron hacer cuando se encuentran ya en el final de una legislatura que marcará el fin del régimen del 78? Tal vez no sea esa la pregunta más importante. Tal vez la pregunta es ¿hasta dónde está dispuesto a tragar un pueblo ya tan castigado en el bolsillo y en sus ilusiones? Con frecuencia se escuchan voces que ven como solución el cambio de representantes en las instituciones, olvidando que es responsabilidad de cada uno de nosotros y nosotras el ejercicio y la defensa de la Democracia. Ya sabemos qué puede pasar si dejamos que la política sea cosa de la clase política. La movilización social debe estar siempre presente para hacer frente a cualquier desvío de quien sea de sus responsabilidades, tenga el color que tenga su partido.
Las reformas de Ley de Seguridad Ciudadana y del Código Penal así como el Pacto Antiterrorista del PP con el PSOE están claramente dirigidos a limitar duramente tu posibilidad de defender los derechos más básicos. Es una mordaza en la boca la que nos quieren poner para no molestarles mientras disfrutan del reparto del pastel de lo público, de los recursos de todos, para beneficio de ellos mismos y sus amigos. Eso es, te están diciendo: Indígnate si quieres, pero en tu casa. No protestes. Te lo prohibimos. El 26 de marzo su deseo, tu represión, se hará Ley.
Comentarios
Carmen Navarro
Sáb, 11/04/2015 - 14:56
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Estoy casi por completo de
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