Desmontando mentiras sobre el 29O: Ante el golpe de la Mafía, Democracia.

1. No es un Rodea el Congreso

Los medios de desinformación están lanzando mensajes falsos y manipulados sobre la movilización anunciada para el sábado 29 de octubre, día de la segunda votación de la investidura. Es evidente su mala intención, ya que no se explica que teniendo acceso a todos los detalles de la convocatoria hecha pública en diferentes canales, se tergiverse de forma clara la información sobre la misma, transmitiendo juicios de valor infundados que fomentan la criminalización de la legítima protesta. Por tanto, insistimos de nuevo en aclarar que se trata de una convocatoria plural apoyada por más de 50 colectivos durante la asamblea anunciada por Coordinadora 25S y celebrada el domingo 23 de octubre. Es una iniciativa apartidista, es decir, no ha sido motivada ni impulsada por ningún partido político, aunque los medios se empeñen en relacionar a Podemos con la convocatoria. Y no es un Rodea el Congreso, es una manifestación con un recorrido comunicado oficialmente a Delegación de Gobierno por vía urgente, que irá desde Neptuno hasta Sol.

2. Movilizarse es un derecho - No a la criminalización de la protesta

El objetivo del gobierno (aún en funciones) y de la caverna mediática que lo sustenta, es generar miedo en la población a ejercer libremente derechos fundamentales como la libertad de reunión y de expresión, con la única intención de acallar las protestas. La represión policial y aplicación de las Leyes Mordaza, más propias de una dictadura, demuestran un total desprecio por parte del gobierno a los principios más básicos de una democracia. Sobran los motivos para salir a la calle a manifestarse y mostrar nuestro profundo rechazo a esta investidura que apuntala en el gobierno al partido de los recortes, las leyes mordaza y la corrupción. “Hoy, como ayer, no nos representan”, y “La democracia sigue  brillando por su ausencia”.

En Septiembre de 2012 ya se vivió una movilización popular que duró meses y que se concretó en diversas manifestaciones y concentraciones realizadas contra lo que la ciudadanía ya consideraba, entonces, como la intolerable situación de la existencia de una Mafia instalada en las Instituciones al margen de las personas de a pie y al servicio de intereses particulares. Nos encontramos en una situación muy similar a la narrada, pero con la exacerbación ciudadana del paso de cuatro años de recortes sociales, estafas bancarias, desempleo, limitaciones de derechos y libertades civiles, empobrecimiento general, salarios de miseria, puesta en peligro de las pensiones públicas, etc.

La movilización por la defensa de nuestros derechos y libertades, es la única forma de participar en los asuntos de la vida pública de este país y de luchar contra el miedo impuesto por las Leyes Mordaza. Las movilizaciones ciudadanas que se celebrarán el 29 de octubre a lo largo de todo el Estado, son la respuesta de una ciudadanía indignada que sale a la calle a expresarse libremente ante lo que no está de acuerdo.

3. Es una investidura ilegítima

• La investidura ilegítima no obedece a cuestiones legales, sino al carácter  injusto y moralmente ilegítimo de una investidura que va en contra del bien común.

Por tanto, consideramos que instaurar un gobierno que viene desarrollando políticas contrarias al bien común, es ilegítimo.

• La investidura ilegítima es aquélla que vulnera los derechos humanos, sociales, económicos, culturales y medioambientales de gran parte de la población en favor de los intereses de una minoría.

La abstención impuesta en el PSOE nos lleva a 4 años más de impunidad ante la corrupción (Caso Nóos,los ERE, Gürtel y un largo etc), a 4 años más de leyes represoras y desproporcionadas (leyes mordaza, reforma de la ley de justicia gratuita, ley de tasas, reforma de la ley de enjuiciamiento criminal, etc), a 4 años más de privatización de los servicios públicos (sanidad, educación, transportes, etc), de precarización laboral (reforma laboral, paro, eres), a 4 años más de saqueo de las pensiones, a 4 años mas de presas políticas, a 4 años más de medidas contra las personas migrantes, a 4 años más de desahucios sin salida habitacional...

• Identificamos que la ilegitimidad de esta investidura reside en la naturaleza de los  mecanismos, decisiones e intereses que la están facilitando.

Ilegítima según el proceso

Reside en las condiciones en las que se produjo el proceso y los motivos que llevaron a la necesidad o decisión de investir a Rajoy

No se trata, solo de la "traición" del PSOE (que a nadie sorprende), ni de los votantes del PSOE a los que han engañado. Se trata de continuar con la doctrina del shock que permite someter la soberanía popular a la desesperación de una oligarquía de partidos que harán lo que sea por mantener sus privilegios. Se trata de un golpe orquestado por la cúpula del PSOE forzando la abstención del partido para colocar a Rajoy al frente del Gobierno. Una salida desesperada ante unas nuevas elecciones que podrían suponer al partido perder aún más diputados, incumpliendo su compromiso electoral del “no es no” a Rajoy. ESTO ES UNA CLARA TRAICIÓN a sus bases y votantes al modificar su sentido del voto sobre una cuestión central sin siquiera realizar una consulta.

Ilegítima según la ejecución

Nos referimos al Estado de necesidad, entendido como una situación de “peligro para la existencia de un Estado, para su supervivencia política o económica”.

Esta investidura permite mantener el status quo establecido, convenciendo a la ciudadanía de que la situación “de desgobierno” es dañina para España porque prolonga “el bloqueo político” además de "no respetar el resultado de las elecciones, que debe ser sagrado”. Nos preguntamos: ¿Dañina para quién? ¿Para la entrada de nuevos "inversores" o para la ciudadanía? Y si las elecciones deben ser sagradas, ¿no deberían serlo también los compromisos electorales?

Las "terceras elecciones" no son más que una visibilización de la falta de mentalidad democrática. Los parlamentarios ponen en primer lugar sus intereses como fuerzas electorales, en lugar de sentarse a analizar qué es lo que preocupa a la población, así como buscar vías de solución. La costumbre (o necesidad) de la "comodidad" que supone la imposición de las decisiones mediante las mayorías absolutas tradicionales impiden tener una visión de pluralidad política donde se tenga que ceder en la posición hegemónica, siendo esto último visto como una especie de humillación. Adicionalmente, impera una enorme falta de autocrítica sobre errores propios, buscando la justificación de los mismos en los rivales políticos que les han restado votos, utilizando sin ningún tipo de pudor la figura del "enemigo exterior" y otras dignas de las propagandas que tuvieron lugar el siglo pasado, donde parecen haberse quedado estancados y no querer evolucionar hacia el siglo XXI.

En todos estos casos, la investidura será considerada ilegítima, y por tanto contraria a los intereses generales.